Francamente, fue un paseo hecho a ciegas. Aquí en NY las manzanas están muy claras, pero dentro de Central Park las distancias se desdibujan completamente y nunca sabes con certeza a qué calle vas a salir. Nosotras salimos por la variopinta, -y ahora conocida- calle 100. Nuestro objetivo era Broadway, pero claro, en la dirección de la escuela sólo ponía un número de broadway que bien podía estar en la 90 o en la 70. En nueva York, a pié de calle, siempre que te indican una dirección, lo hacen SIEMPRE, diciendo entre qué calles está, pero este no era el caso. Recordábamos que en google maps aparecía más bien al norte del parque, así que decidimos llegar a Brodway, y desde allí seguir los números. Una estrella debió cruzarse en nuestro camino, porque al llegar a Broadway, justo en la intersección con la 100, apareció mágicamente la escuela. Sorprendidas y animadas tomamos un metro hasta la esperada calle 42, con la séptima: TIMES SQUARE. Queríamos ir a la oficina de turismo
Al bajar de allí la ciudad nos dio en la cara con sus haces de luces. Estábamos contentas porque habíamos conseguido superar sin errores un entramado subterráneo, y salir a Times Square intensificó la sensación. En cuantito tenga otro rato, os contaré lo que nos sucedió allí, y porqué terminé casi llorando frente a Woddy y Bob Esponja.
P.S. Lamento mucho no poder ir al día con mis narraciones, pero el Jet Lag hace de las suyas con nuestra vida, y no tenemos tiempo ni para respirar. Hemos acordado tener una tarde de relax absoluto pronto. Besos a todos.